EL PERRO COJO DE PEPE MÚJICA

No sé callarme. Soy una persona educada, pero no sé callarme. Lo confieso. Ya me lo decían en el colegio. Es como ahora, ¿no?, que no sé por qué te estoy contando esto. Con el ordenador encendido, el plato de macarrones y las golondrinas sobre el tejado. Supongo que yo también tengo un sueño. Como John Lennon, pero al revés. Un poco al revés. Quiero decir que no me parece eso de estar tiradas en la cama, con el cartel de Peace al fondo y las gafas de pasta. La paz es necesaria, por dios, cómo decir lo contrario. Sólo que no tiene nada que ver con cantar todo el día, dormir, conceder entrevistas, tener dinero en el banco. Click aquí y sigue leyendo