Mi chico tiene nombre

Mi chico tiene nombre. Y bien bonito, además. Se llama Pedro. Cuando le conocí queríamos ser novios. De inmediato, es curioso. Irnos a vivir a Granada, tener una huerta pequeña, beber zumo de naranja a todas horas, y gastarnos el tiempo en montañas y playas y amor. Todavía no sabíamos que el amor era otra cosa. Viajábamos mucho. Lo que más me gustaba era ir en el asiento del copiloto, con la mano sobre su hombro. Él conducía como las olas del mar cuando el agua está calma, suave y serena. La Alpujarra, Cádiz, Marruecos, Jávea, Requena, Álava, Bilbao. No sé por qué dimos tantas vueltas en círculos. Para al final terminar en el centro del mapa, Madrid, con los brazos en cruz. Nos rendimos.
Si Pedro no hubiera llegado a tiempo, me habría hecho monja. Era un secreto hasta hoy. Porque siempre que paso delante de un templo, me paro. Y me da igual que sea cristiano, o budista, o musulmán. Me paro. No puedo describir lo que siento. Se parece más a un anhelo. Una intuición de silencio, de paz. No sé. Me crié en un hogar ateo. Para mi padre acudir a la Iglesia era como acudir a un sitio donde te mienten, te engañan y encima te piden dinero. Así que los domingos nos íbamos al campo, a recoger almendras. Él fue quien nos enseñó el nombre de los pájaros. Se lo agradeceré de por vida.

Pero me quedó eso, ¿no?, esas ganas de saber lo que había detrás de los muros. Detrás de las catedrales, las ermitas y los lugares sagrados. Ahoya ya lo sé. Y sólo puedo decir que me gusta, aunque hay cosas que no comprendo.

Estábamos hablando de Pedro, perdona. Él es trece años mayor que yo. No pasaría nada si no fuera porque cuando hablamos de los dibujos de la infancia, la cosa no cuaja. Él habla de Verano Azul, de Mazinger Zeta, y de La Bola de Cristal. Y yo le cuento las aventuras de El perro de Flanders, Doraemon y los Rompecorazones. Tendrías que ver su cara, se descoloca. Por lo demás, la diferencia de edad no se nota.

Sabemos que tenemos que estar juntos porque todo es fácil. Porque si él prefiere el mar, pues al mar. Porque si yo prefiero el sol, pues al sol.

Porque aquí o allí siempre estamos dispuestos a mover Roma con Santiago para vernos. Y siempre es sencillo. El dinero llega, el trabajo llega, no sé cómo lo hacemos. Nuestra historia es rara. Como todas las historias que merecen la pena, supongo. La gente nos mira porque vamos al supermercado cogidos de la mano. Y en la caja, mientras la cajera pasa el detergente, y el champú, y la mantequilla, nos guiñamos los ojos y nos damos abrazos. Y luego al parque, eso sí, con las bolsas y todo, nos da igual. A tomar el fresco. A olvidar la tierra. A vivir lo importante.

Han pasado más de tres años y hemos crecido, sin duda. Pedro tiene más canas y a mí me están saliendo arrugas en las comisuras de los labios. Es hermoso porque ahora ya no queremos ser novios. Queremos ser personas que respiran, personas que no tiran su vida por la borda. Y también queremos trascender eso. Ser además silencio, compañía callada, plegaria infinita. Nos hemos dado cuenta de que el amor no es eso de pasarse las horas fantaseando con el otro, no es imaginar un futuro mejor, no es huir de la casa vacía, la cama vacía, el alma vacía. Ése es el cuento que nos han contado y que cansa, que ya cansa.

El amor es desearle el bien al compañero, es desearle espacio, desearle paz, implique lo que implique. Así lo vemos.

No tengo celos porque sé que Pedro sólo puede ser infiel a sí mismo. Y ése, en todo caso, no es mi problema sino el suyo. Además, todo es perdonable en esta vida, por dios, no vamos a estar mascando cuentos hasta la muerte. Todos hemos mentido alguna vez, todos hemos hecho daño, todos tenemos luces y sombras, diamantes y mierda, cosas que esconder debajo de la alfombra. Y el sol sigue saliendo, mira por dónde, y nos calienta a todos.

Adoro a las personas que se equivocan, porque yo misma me he equivocado muchas veces.

Adoro a las mujeres frágiles, imperfectas, que aún sostienen su dolor sobre las manos. Adoro a los hombres que lloran. Porque el dolor nos hace grandes. Este estar desnudas sobre la tierra, este volver a empezar, este pecado original que nos tortura. Si no fuera por él, la vanidad nos llegaría hasta la punta de la nariz.

Dar gracias por los errores, dar gracias por la pobreza, dar gracias por la necesidad, eso es amor.

Como ya hemos viajado suficiente, ahora nos quedamos en casa, nos gusta. A veces estamos los dos en el salón y pasa el cielo. Primero una nube, después la otra, de repente un arcoíris momentáneo, y así hasta que se hace de noche. Hacemos yoga, nos damos un baño, leemos. La vida es sencilla. Pedro siempre quiere macarrones con tomate. A mí me está dando por la decoración. Ayer compré una orquídea de dos varas y es preciosa. Es preciosa, en serio. A eso de la una de la tarde la saco a la ventana para que tome el sol, y siento como que se estira de placer. Las plantas también ronronean, ¿lo sabías?

Por eso si paseas por la calle y ves una ventana con una orquídea rosa, acuérdate de mí, lánzame un beso. Ahí viven tres que no se espantan, que no se estorban, que no se hieren. Ahí mi familia, el hombre que parecía un hombre pero que era el mar. La flor que era Dios. La mujer que era un pájaro. Es todo como en los libros, en los mejores libros. Nunca lo habría imaginado tan bonito.

Con cariño,

Nuria.

pedro3

22 comentarios en “Mi chico tiene nombre

    • mujertaruk dijo:

      Gracias María Ángela!! Después de algo más de un año juntas… qué menos que presentaros a mi chico, jeje. Espero que estés bien, me llega felicidad a través de tus palabras. Abrazo fuerte!!!

  1. mundoairun dijo:

    Dios mio qué hermoso Nuria… gracias por tu honestidad y tu compartir compañerita. Y un abrazo enorme a Pedro. Esa corazoncito inmenso y sonriente. Un abrazo tierno y sincero para los dos. muxu. ❤

    • mujertaruk dijo:

      ¡Ayy Nuria!! Me llegó lo de «compañerita», porque yo a Pedro suelo llamarlo así, pero en masculino, claro, jeje. ¿Qué tal estás? Hacía mucho que no sabíamos nada de ti. Espero de corazón que sigas en este camino de descubrimiento tan bonito y tan revelador. Abrazos fuertes de parte de los dos ❤

  2. ángel dijo:

    Eso mismo digo yo… ¡qué hermoso Nuria…!. Estoy encantado de haber dado con MUJERTARUK, de leer tus pensamientos, de emocionarme con tus frases, frases que me recuerdan algo de mi mismo, … mucha gracias y un besico, Ángel

    • mujertaruk dijo:

      ¡Ay qué bien Ángel! Necesitábamos hombres por aquí!! Es muy importante que este espacio sirva a cuantas más personas, mejor. Te doy una cálida BIENVENIDA, amigo, ojalá sigamos viéndonos «las caras». Un verdadero placer 🙂

  3. NuriLove dijo:

    Me ha encantado Nuria. Qué linda presentación de Pedro y de vuestra historia, me ha parecido de lo más linda, ya sabes además lo que yo le quiero, así que, qué voy a decir….. Estáis hechos el uno para el otro, eso es lo que ven mis ojos…. Sois bondadosos el uno con el otro, respetuosos, os queréis como sois con vuestras virtudes y defectos, sin echar nada en cara, me encanta. y me encantáis. Os adoro. Muchos besos para los dos.

    • mujertaruk dijo:

      ¡Ay qué BONITA eres Nuria!!! Cuánto cariño hay siempre en tus palabras!!! La verdad es que me considero una de las mujeres más afortunadas del mundo. Pedro es un sol, y lo que tú dices, nos respetamos mucho, que es casi lo más importante. Espero que estés disfrutando del solete por allí, me dijo Pedro que había hecho 23 º el fin de semana!!! Abrazo fuerte fuerte para ti, hermosa!!! 🙂

  4. Rocío dijo:

    Precioso Nuria. Además comparto mucho de lo que dices con mi chico, él es Fernando, llevamos juntos 15 maravillosos años y el tiempo a su lado fluye como un río de agua mansa… Me he sentido identificada.
    Buena presentación. Pena que esté en Córdoba para conoceros.
    Saludos a Pedro y abrazo grande a ti Nuria.
    Enhorabuena por disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, esas que nos enriquecen tanto.
    Rocío

    • mujertaruk dijo:

      Rocío!!!! Pero qué bien que os animéis también todas a «presentarme» a vuestras parejas, claro que sí!!! Lo describes precioso, «un río de agua mansa», creo que no podría expresarse mejor. ¿Sabes qué? Me ENCANTA que seas de Córdoba!!! Es la tierra de mi madre y le tengo muchísimo cariñooo!!! Pedro todavía no la conoce y ya le he dicho que tenemos que ir a pasear entre los naranjos 🙂 Abrazo fuerte, bella!!! Mis mejores deseos para ti y para Fernando!!! 🙂

  5. Kristina Wrede dijo:

    Nuria, toca decirlo – después de un infinito silencio: Te adoro y amo tus pensamientos, tus palabras, la facilidad que tienes para usarlas y tejer una manta de amor y ternura, de sabia belleza, que nutre mi alma y me llena de una calma docil que tanto bien me hace.

    Bendita seas – y gracias por nunca cansarte de escribirnos.

    Kristina

    • mujertaruk dijo:

      Joo, Kristina… qué decir!!! Me has emocionado!!! Yo sólo escribo para mantenerme un poco cuerda, y no sabes la ilusión que me hace saber que estas palabras también te ayudan a ti. Te agradezco muchísimo el gesto, me llena de alegría «veros las caras» y hablar con cada una de vosotras 🙂 Por cierto, me encantó lo de «calma dócil», creo que es una hermosa manera de llamar a la felicidad. GRACIAS, KrIstina, de corazón ❤

  6. Lorena Lucas dijo:

    Hola Nuria. He llegado hasta aquí por casualidad. Qué sensibilidad, chica, y cuánta verdad no amarga, cuánto amor. Me ha removido tu honestidad.
    Un abrazo,

    • mujertaruk dijo:

      Jeje, pues ya sabes lo que dicen Lorena, las casualidades no existen 😉 Siéntete muy BIENVENIDA en este espacio, que es el tuyo también. Ojalá sigamos compartiendo y sanando juntas. Te abrazo, mujer 🙂

    • mujertaruk dijo:

      Gracias, Alejandra, hermoso es para mí sentiros cerca. Las estadísticas del blog son muy frías, sólo ves números y más números en la pantalla que indican cuántas personas han leído tus palabras. Así que prefiero estas conversaciones por aquí, me encantan, así os pongo rostro y nombre. Abrazo fuerte amiga 🙂

Deja un comentario